El problema con los viajes de negocios gestionados por otras personas
La nueva generación de viajeros de negocios domina la tecnología, por lo que resulta menos probable que se ciñan a políticas y métodos de viaje anticuados y rígidos. Las empresas que valoran la felicidad de sus empleados están empezando a permitir que las personas que viajan por trabajo reserven y organicen sus propios viajes de negocios.Los viajeros de negocios se muestran cada vez más inconformistas. ¿Por qué? Simplemente, porque prefieren hacer sus reservas y prescindir de los servicios de una agencia. El hecho de reservar los viajes por sí mismos les permite ganar puntos de fidelidad, volar con sus aerolíneas favoritas e incluso optar por medios más ecológicos, como el tren en lugar del avión. Las agencias de viajes no ofrecen demasiadas opciones, por lo que los viajeros pierden la libertad que buscan cuando organizan sus propios viajes. Sin la figura del intermediario, quienes viajan por negocios suelen ahorrar mucho tiempo, ya que se olvidan del intercambio continuo de información habitual para reservar un viaje. En general, cuando una persona gestiona sus propias reservas, el proceso le resulta menos pesado y más satisfactorio.Los viajes de negocios gestionados por otras personas suelen ser más caros que los que organizan directamente los viajeros. Cuando existen gestores de viajes, office managers o asistentes que se encargan de las reservas de los viajes de la empresa, es necesario realizar un esfuerzo adicional que ralentiza la productividad y estresa a los equipos de administración.
1. Mejora de la satisfacción de los empleados
Los empleados que sienten que tienen el control están más satisfechos con su trabajo. A la mayoría de los viajeros de negocios actualmente les gusta informarse sobre el destino al que van a viajar y planificar cómo lo van a hacer.Hoy en día, las personas que viajan por negocios prefieren organizar los viajes «a la carta». Les gusta tomar sus propias decisiones, al igual que hacen con los viajes de ocio: leer información en distintas fuentes en línea y elegir lo que más les conviene.A nadie le gusta tener opciones limitadas. Es posible que un empleado quiera una habitación de hotel justo en el centro de la ciudad, donde está la acción. Otro puede preferir alquilar un alojamiento de Airbnb en una zona residencial más tranquila y que la vivienda tenga cocina para prepararse una comida sana al terminar el día. Antiguamente la gestión de viajes no ofrecía esta flexibilidad. Sin embargo, en los tiempos de hoy en día, es totalmente factible.También es importante recordar que viajar con frecuencia puede resultar estresante y perjudicar gravemente la salud. Si se obliga a los empleados a viajar en condiciones distintas a las que ellos desean, puede haber consecuencias a largo plazo, como ansiedad, depresión, falta de sueño y, en última instancia, empleados insatisfechos con un bajo rendimiento.Los actuales viajes de negocios no tienen nada que ver con los de antes y cada vez se parecen más a los viajes de ocio. La mayoría de personas que viajan por negocios actualmente amplían su viaje para poder disfrutar de actividades de ocio. Quieren descubrir y explorar, y algunos quieren sacarse fotos dignas de Instagram. Hoy en día, ofrecer flexibilidad en las fechas para poder quedarse en el destino y hacer turismo o para poder irse antes y disfrutar de un día solos se ha convertido más en una necesidad que en un extra.Si se ofrece a los viajeros control y flexibilidad, se sentirán mejor y, por lo tanto, rendirán más (el 87 % de los viajeros afirman que la calidad del viaje influye directamente en su rendimiento profesional).
2. Los empleados encuentran las mejores ofertas
No se trata de un simple plus para quienes viajan por negocios. Las empresas también pueden ahorrar dinero si permiten a los empleados reservar sus propios viajes. Si se da a los viajeros de negocios la confianza para que hagan sus propias reservas, se sentirán reforzados y responsables, lo que supone un gran ahorro para la empresa.Las vías tradicionales de reserva de viajes de negocios cada vez presentan más inconvenientes. A menudo, las compras que se realizan en sitios de reservas de viajes de ocio no son reembolsables y no cuentan con un servicio de asistencia para el cliente; las agencias especializadas en viajes de negocios ofrecen tarifas por encima del mercado; y el rudimentario software corporativo tradicional es demasiado complicado y difícil de usar.En estos casos, el viaje se convierte en una experiencia que los viajeros de negocios no disfrutan, y esto no ayuda en nada a la empresa.La mayoría de personas que viajan por negocios disfrutan buscando buenas ofertas en sus dispositivos y obteniendo sus puntos y recompensas. Muchos preferirán Airbnb en lugar de hoteles (Airbnb puede resultar hasta un 40 % más barato que los hoteles, especialmente con las tarifas semanales para viajes largos). Quienes viajan por negocios están, por lo general, bien informados, ya que se paran a leer opiniones y buscan valoraciones en redes sociales. No quieren gastar dinero en algo que no va a suponer una buena experiencia.Las empresas que opten por este nuevo enfoque optimizarán los gastos en viajes y ahorrarán más. Además, crearán una cultura corporativa de la que los empleados se sentirán orgullosos.